Effects of different antiretroviral treatments on gut microbiota of hiv-infected patients stars

  1. M. J. Villanueva-Millán
Dirigida por:
  1. José Antonio Oteo Revuelta Director/a
  2. Patricia Pérez Matute Directora

Universidad de defensa: Universidad de La Rioja

Fecha de defensa: 10 de julio de 2018

Tribunal:
  1. Luis Enrique Morano Amado Presidente/a
  2. Carmen Torres Manrique Secretaria
  3. Francisco José Nunes Antunes Vocal
Tesis doctoral con
  1. Mención internacional
Departamento:
  1. Agricultura y Alimentación
Programa de Doctorado:
  1. Programa de Doctorado en Ciencias Biomédicas y Biotecnológicas por la Universidad de La Rioja y la Universidad de Zaragoza

Tipo: Tesis

Repositorio institucional: lock_openAcceso abierto Editor

Resumen

La microbiota intestinal tiene una relación simbiótica con el hospedador y juega un papel muy importante en el mantenimiento de la salud. La infección por el VIH induce una disbiosis intestinal. Varios estudios han demostrado que los pacientes infectados por el VIH presentan alteraciones en la integridad y funcionalidad del tejido gastrointestinal, un incremento en la translocación bacteriana y alteraciones en la composición de la microbiota intestinal, todo lo cual contribuye a una inmunoactivación y, con ello, a un estado inflamatorio crónico. Esta Tesis Doctoral demuestra que no solamente la infección por el VIH tiene efectos sobre la fisiología intestinal y el perfil de la microbiota, sino que también las diferentes terapias antirretrovirales empleadas en la práctica clínica pueden alterar la composición de la microbiota intestinal. De todas las terapias analizadas en este estudio, la basada en los inhibidores de la integrasa se asoció con niveles de inflamación sistémica y translocación bacteriana similar a la de los controles no infectados por el VIH, lo que sugiere la presencia en estos pacientes de un intestino más sano y una menor probabilidad de desarrollo de complicaciones relacionadas con el VIH. In vitro, el fármaco antirretroviral Maraviroc no ejerció ningún efecto bacteriostático en las cepas testadas, y tampoco se encontraron efectos significativos en la composición de la microbiota intestinal cuando se administró en ratones alimentados con una dieta estándar. Sin embargo, este fármaco unido a la ingesta de una dieta alta en grasa se asoció con varias alteraciones del perfil microbiano gastrointestinal. En este sentido, aunque Maraviroc no se prescribe actualmente como monoterapia, sus acciones inmunológicas podrían ser potenciadas al administrarse junto con una dieta alta en grasa. Esta observación debería ser investigada en el futuro. Finalmente, se ha demostrado que otros factores que incrementan la morbi-mortalidad de estos pacientes, como la coinfección por virus hepatotropos y el síndrome metabólico, también afectan a la composición de la flora intestinal, aunque en menor medida que la propia infección por el VIH. Sin embargo, estos efectos no son leves y parecen resaltar la necesidad de monitorizar estos pacientes incluso después del control inmunológico con las terapias antirretrovirales.