Estrategias de regulación emocional y conductual empleadas por padres y madres de menores con Trastorno del Espectro del Autismo (TEA). Validación al castellano del Parenting Strategies Questionnaire (PSQ)

  1. Chinchilla Hernández, Francisco Lucas
Dirigida por:
  1. Emiliano Díez Villoria Director/a
  2. Ricardo Canal Bedia Codirector/a

Universidad de defensa: Universidad de Salamanca

Fecha de defensa: 11 de septiembre de 2023

Tribunal:
  1. María Ángeles Alonso Rodríguez Presidente/a
  2. Álvaro Bejarano Martín Secretario/a
  3. Jorge Lugo-Marín Vocal

Tipo: Tesis

Resumen

El trastorno del espectro autista (TEA) es un trastorno del neurodesarrollo, con un elevado componente hereditario y heterogéneo que presenta características cognitivas subyacentes y que comúnmente coexiste con otras condiciones (Lord et al., 2020). Las manifestaciones clínicas del TEA varían mucho entre las personas que lo presentan, así como su funcionamiento intelectual y sus habilidades lingüísticas. Sin embargo, todas ellas comparten características, fundamentalmente en dos áreas del desarrollo y del funcionamiento personal: la comunicación social y comportamientos sensoriales y motores restringidos y repetitivos (Lord et al., 2018). Los profesionales han sido conscientes durante mucho tiempo de que el TEA suele ir acompañado de otras dificultades. Aunque no se considere un rasgo central, las personas con autismo suelen presentar dificultades significativas en su capacidad de regulación emocional. La desregulación emocional se caracteriza por una autorregulación deficiente que incluye síntomas de baja tolerancia a la frustración, impaciencia, rapidez para enojarse y una marcada reactividad emocional. La dificultad para regular las emociones de forma apropiada y efectiva, o desregulación emocional, está implicada en el desarrollo y mantenimiento de muchos problemas psiquiátricos. Siendo la desregulación emocional un factor explicativo subyacente a la alta comorbilidad entre los trastornos internalizantes y externalizantes en el autismo. Las familias de menores con TEA se enfrentan a diario al desafío de manejar altos niveles de reactividad. Los progenitores emplean diferentes comportamientos y estrategias encaminadas a facilitar la regulación emocional de sus hijos/as. Debido a las características únicas que presentan las personas con autismo, el estudio del estilo educativo de los progenitores resulta insuficiente en el análisis de las estrategias de prevención y manejo de la desregulación emocional en los menores con autismo. Los profesionales que trabajan con menores con autismo no disponen de suficientes herramientas validadas empíricamente que evalúen los comportamientos empleados por los progenitores para prevenir y manejar los problemas de regulación emocional de sus hijos/as. El principal objetivo del presente estudio es adaptar y validar en España un cuestionario que evalúe las estrategias de crianza particulares que emplean los progenitores de menores con autismo con dificultades en la regulación emocional. Además, se analizaron las diferencias individuales y los factores que predicen la presencia de la desregulación emocional en menores con autismo, junto con los estilos educativos y las estrategias empleadas por los progenitores para afrontar y prevenir las consecuencias derivadas de la desregulación emocional de sus hijos/as. La muestra estuvo compuesta por 324 progenitores de menores de entre 6 y 18 años de edad con TEA de diferentes provincias españolas. La desregulación emocional se evaluó a través de la Child Behavior Checklist Dysregulation Profile (CBCL-DP, Achenbach, 2000; Althof et al., 2010), los estilos educativos se evaluaron a través de la escala Alabama Parenting Questionnaire (APQ, Essau et al. 2006; Frick et al. 1999) y el Cuestionario de Normas y Exigencias versión padres (ENE-P, Bersabé, Fuentes y Motrico, 2001) y las estrategias de crianza se evaluaron a través del cuestionario Parenting Strategies Questionnaire (PSQ). La escala CBCL-DP es adecuada para evaluar la desregulación emocional de los menores con autismo. Los resultados muestran una alta prevalencia de problemas de regulación emocional, donde el 26.85% presentaban desregulación emocional moderada y el 22.22% desregulación emocional severa. Además, se observó una tasa elevada de problemas afectivos, atencionales y comportamentales clínicamente significativos asociados a la desregulación emocional, siendo los problemas comportamentales y afectivos los principales dominios asociados a la desregulación emocional severa. Se encontró que la capacidad de expresión verbal y el grado de discapacidad eran los principales predictores de la desregulación emocional y los problemas afectivos. Los progenitores empleaban con más frecuencia comportamientos compatibles con el estilo educativo democrático, formado por las subescalas de estilo inductivo, implicación parental y crianza positiva. Además, el estilo educativo democrático dependía de la capacidad de expresión verbal del menor y la ausencia de comportamientos agresivos clínicamente significativos. En cambio, se observó que los progenitores de hijos/as con mayores problemas de regulación emocional y comportamientos agresivos empleaban con más frecuencia un estilo educativo más autoritario, medido a través de la subescala estilo rígido. Por otro lado, también se encontró que el comportamiento agresivo era el principal predictor del estilo educativo permisivo. Las estrategias de crianza para manejar y prevenir los problemas de comportamiento presentes en los menores con TEA se evaluaron a través de la Parenting Strategies Questionnaire (PSQ, O¿Nions et al., 2019). Estas se clasificaron en tres categorías mediante el cuestionario Parenting Strategies Questionnaire (PSQ): acomodación, enfoque de refuerzo y reducción de la incertidumbre. Las estrategias de acomodación se basan en proporcionar una supervisión constante, prestar atención a aquello que pueda molestar a su hijo/a, evitar y/o limitar la exposición de sus hijos/as, hacer excepciones a las normas y ceder a las demandas. Las estrategias basadas en el enfoque de refuerzo se centran en reforzar los comportamientos adecuados, perseverar en las demandas hasta alcanzar los objetivos establecidos, ser consistentes con las normas y aplicar el castigo ante los problemas de conducta. Por último, la reducción de la incertidumbre consiste en anticipar con antelación los cambios o los nuevos eventos que vayan a suceder, planificar soluciones ante posibles problemas que pudiesen suceder, tratar de mantener la rutina y la familiaridad para evitar que sus hijos/as se desregulen emocionalmente. Las familias españolas de menores con autismo emplean con más frecuencia las estrategias reducción a la incertidumbre, seguido de enfoque de refuerzo y, por último, las estrategias de acomodación. Las principales variables predictoras de las estrategias de acomodación fueron el nivel de independencia, la sintomatología autista, los problemas de ansiedad/depresión, los comportamientos agresivos y los estilos educativos basados en la crianza positiva, el estilo rígido y el estilo indulgente. Las variables que predecían el enfoque de refuerzo fueron la capacidad de comunicación verbal, la sintomatología autista, los comportamientos agresivos y los estilos educativos basados en la crianza positiva, el estilo inductivo, el estilo rígido y el estilo indulgente. Las variables predictivas de las estrategias de reducción a la incertidumbre fueron el nivel de independencia, la sintomatología autista, los problemas de ansiedad/depresión y el estilo inductivo, la crianza positiva y la implicación Parental. Se ha observado que la desregulación emocional y los comportamientos agresivos de menores con autismo conlleva que los progenitores utilicen con más frecuencia estrategias de acomodación y estrategias enfocadas en el refuerzo/castigo para el manejo de los problemas de conducta de sus hijos. Se analizaron diferentes modelos explicativos a través del modelado de ecuaciones estructurales por mínimos cuadrados parciales (PLS-SEM) para analizar la relación entre la desregulación emocional, el estilo educativo y las estrategias de crianza. Los resultados mostraron que el estilo educativo rígido y permisivo actúan como variables mediadoras entre la desregulación emocional y las estrategias de acomodación y el enfoque de refuerzo. Este es el primer estudio en España que evalúa la relación entra la desregulación emocional, los estilos educativos y las estrategias de crianza en menores con autismo. El cuestionario PSQ resulta adecuado para evaluar las estrategias de crianza utilizadas por los progenitores de menores con autismo y problemas de regulación emocional. El estudio de las estrategias de crianza en la población con autismo abre una nueva línea de trabajo en el diseño y elaboración de programas de intervención temprana ante los primeros signos de desregulación emocional.