Identidad profesional docente en la neoliberalización de la política educativaEndoprivatización y reconstrucciones híbridas de la profesionalidad

  1. Molina Pérez, Javier
Dirigida por:
  1. Julián Jesús Luengo Navas Director/a

Universidad de defensa: Universidad de Granada

Fecha de defensa: 28 de noviembre de 2022

Tribunal:
  1. Luis Miguel Lázaro Lorente Presidente/a
  2. Maximiliano Ritacco Real Secretario
  3. Miriam Prieto Egido Vocal
  4. Sofia Viseu Vocal
  5. Francisco Miguel Martínez Rodríguez Vocal

Tipo: Tesis

Resumen

La agenda política de neoliberalización educativa se promulga por diferentes latitudes geográficas mediante dinámicas de privatización y mecanismos de gestión empresarial de la educación. Las investigaciones previas advierten que los cambios que se introducen en los sistemas educativos tienen un impacto sobre el profesorado que altera su autopercepción como profesional de la educación. Este trabajo analiza, para el caso español y andaluz, las políticas que favorecen la competencia entre centros educativos y conforman un escenario de cuasimercado; la cultura performativa consecuente de los procesos de estandarización, cuantificación y datificación; los diferentes mecanismos de rendición de cuentas y control docente; así como los patrones de gestión empresarial desarrollados en los centros educativos públicos. Todo ello al objeto de comprender la influencia de las prácticas de endoprivatización en la identidad profesional del profesorado y en la configuración de la profesionalidad docente. La identidad profesional se entiende como un constructo que comprende una red compleja de percepciones, emociones, posicionamientos y prácticas que surgen en el espacio donde se desempeña el profesorado y conforman una determinada manera de percibirse como profesionales de la educación. La profesionalidad abarca patrones asociados a los conocimientos, competencias y rasgos más o menos definidos que constituyen el significado de ser docente. En consecuencia, ante las dinámicas de endoprivatización se considera que los docentes no son agentes pasivos sino que pueden negociar, interpretar o resistir a los requerimientos normativos que cuestionan su identidad profesional. Para adentrarse en su comprensión, se parte de un posicionamiento metodológico que entiende que la identidad se proyecta mediante la narrativa. Esta determinación implica el seguimiento de una metodología cualitativa. Se sigue un método inductivo que se desarrolla bajo un marco interpretativo en un nivel aprehensivo-analítico. Se adopta como propuesta concreta los modos de análisis de la Teoría Fundamentada. Se ejecutan estrategias de inducción y comparación de informaciones al objeto de elaborar un espacio teórico que integre las teorías sustantivas de los participantes, las teorías formales recogidas en la literatura académica y las aportaciones propias de acuerdo con las particularidades del contexto. Como instrumento de recogida de información se emplea una entrevista semiestructurada en profundidad con una finalidad hipotético-inductiva, característica de los procesos que conforman la Teoría Fundamentada. Se define un muestreo teórico determinado por criterios de relevancia. El número total de participantes en la investigación es de treinta docentes de Educación Secundaria Obligatoria y Bachillerato. Esto se ha determinado siguiendo el criterio de saturación teórica, donde nuevas informaciones no añaden elementos de interés en las categorías ya existentes. Los resultados de la investigación reflejan que las prácticas de endoprivatización están provocando fuertes desequilibrios en las dimensiones que conforman la identidad profesional docente. Se observa una lucha simbólica por definir las finalidades asociadas a los sistemas educativos. Esto está provocando un debilitamiento de las lógicas humanistas, dando paso a filosofías utilitaristas y performativas que, en ocasiones, confrontan con los principios onto-epistemológicos del profesorado. La práctica profesional se ejecuta sin grandes sustentos epistemológicos y sin fuertes convicciones pedagógicas. En consecuencia, la profesionalidad es un constructo contingente, eventual, reconstruido mediante la búsqueda de espacios que permitan salvar las discrepancias surgidas de la ruptura entre los posicionamientos docentes previos y las lógicas asociadas a la neoliberalización. Esto conlleva una autopercepción errática, difusa y ambivalente, consecuente de las negociaciones que realizan para resolver las tensiones entre las identidades divisadas y las identidades imputadas por la agenda de gestión empresarial de la educación. Y es que la endoprivatización educativa invita al profesorado a pensarse en torno a sistemas de cuantificación y mecanismos de rendición de cuentas. El carácter intelectual asociado al profesionalismo se desvanece mediante un ejercicio técnico y limitado en entornos de estandarización y competencia. Todo ello en el marco de una socialización profesional caracterizada por la alta individualización, donde el profesorado se percibe solo en la tarea de alcanzar los resultados proyectados, sin la corresponsabilidad de la administración educativa. Al contrario, se concibe que la administración, mediante múltiples sistemas de rendición de cuentas, muestra desconfianza en la profesionalidad docente al tiempo que exige mejores resultados sin respaldar al profesorado. Estas situaciones generan fuertes tensiones emocionales en los docentes, problemas de salud psicológica condicionados por la presión, la exigencia de rendimiento, el control y las dinámicas gerenciales de dirección educativa. Pese a todo ello, esta investigación sostiene que la neoliberalización educativa no ha conseguido redefinir por completo las identidades profesionales de los docentes. Se comprueba que existen muy pocos casos “puros” de docentes resistentes o docentes conniventes con la agenda de endoprivatización. Se aprecian equilibrios donde, estratégicamente, aparecen actitudes de resistencia como espacios de defensa de la “profesionalidad” junto con posicionamientos de complicidad hacia lógicas que son concebidas como irreversibles. Cada docente opera mediante posicionamientos de resistencia y adherencias para las distintas prácticas que configuran las lógicas de neoliberalización educativa. La identidad profesional y la práctica docente se reorganizan combinando los principios pedagógicos reivindicados, las acciones críticas y resistentes y la adaptación a los marcos funcionales de la educación neoliberalizada. Esto advierte de una reconstrucción híbrida de la identidad profesional y la profesionalidad docente. La hibridación es el resultado de una búsqueda de sentido y equilibrio que acontece en las diferentes dimensiones que configuran la identidad profesional con la finalidad de encontrar marcos que permitan vivir la profesión de forma más sosegada y satisfactoria.