Antropología y teología en los autos sacramentales de Calderón

Resumen

¿Podemos hablar de la existencia de una teoría del hombre en los autos sacramentales de Calderón?, es decir, un corpus antropológico, una concepción del hombre, que sea soporte y fundamento del contenido de los autos sacramentales? ¿Tiene pervivencia esta concepción antropológica en nuestros días, y por ende, el mensaje y contenido de los autos sacramentales de Calderón, se puede considerar actualmente válido? ¿El actual planteamiento antropológico en la teología católica, fruto de la aportación del Concilio Vaticano II (y, lógicamente, de las filosofías personalistas que se desarrollan a lo largo del siglo XX), coincide, es similar, al planteado por Calderón en sus autos sacramentales? El autor centra la primera parte del trabajo en la concepción del hombre que Calderón refleja en sus autos. Un primer apartado se aproxima a la antropología filosófica en los autos sacramentales, con temas de estudio tan importantes como su concepto de naturaleza humana, su relación con la gracia y con la libertad. Todo ello en un contexto histórico-cultural deudor de las controversias religiosas que surgieron en el siglo XVI y que marcaron el devenir de la Europa renacentista. Un segundo apartado, dentro de esa primera parte, trata de ilustrar la psicología, la concepción del hombre, en aquellos elementos ¿capacidades, potencias y virtudes¿ que subyacen en los autos y que muestran la dimensión de la persona en su intimidad y como ser social. La segunda parte de la tesis desarrolla la concepción teológica que encontramos en el análisis de los autos. Un marco expositivo de la fe profunda ¿católica- de Calderón, constatación de su vasta formación doctrinal, de su sentido apologético y de su afán didáctico-catequético. La tercera parte es ya una síntesis de lo que podríamos llamar la concepción del mundo y del hombre en Calderón. El presente trabajo de investigación trata de ofrecer, pues, una síntesis del pensamiento de Calderón, analizando sus autos sacramentales no en sus aspectos formales o literarios sino en su transfondo ideológico, es decir, la riqueza de su pensamiento en un cuerpo unitario que desvela la coherencia y profundidad de su concepción antropológica. Es por esto que el mensaje contenido en los autos sacramentales de Calderón no pasa de moda, interpela al hombre de hoy, como interpeló al hombre barroco del siglo XVII, sencillamente porque está fundamentado en una sólida antropología, en una concepción del hombre real con el que uno mismo ¿más allá de su procedencia cultural, religiosa o ideológica¿ puede sentirse identificado.