La institución príncipe de Vianacreación y política cultural la presidencia del Conde de Rodezno 1940-1948

Resumen

LA INSTITUCIÓN PRINCIPE de VIANA: CREACIÓN y POLÍTICA CULTURAL. LA PRESIDENCIA DEL CONDE de RODEZNO 1940-1948 #RESUMEN: La institución Príncipe de Viana fue creada en el año 1940 por la Diputación Foral y Provincial de Navarra como un órgano cultural filial de la misma para responder a la defensa y custodia del patrimonio navarro y activar el desarrollo cultural de la región. Su primera presidencia, entre 1940 y 1948, estuvo regentada por Tomas Domínguez Arévalo, Conde de Rodezno, y en ella se sentaron las bases para su desarrollo posterior. Este organismo cultural puede considerarse heredero de la Comisión de Monumentos Históricos y Artísticos de Navarra y del Consejo de Cultura de Navarra. A pesar de que la actividad de la Institución Príncipe de Viana estuvo concebida por un número reducido de personas los resultados obtenidos a través de ella han beneficiado a la mayoría de la sociedad navarra. Así, las actividades desarrolladas por la institución fueron múltiples en razón de sus diversos fines. Por un lado, aquellas labores relacionadas con la defensa y conservación del patrimonio histórico artístico como son las intervenciones sobre el patrimonio inmueble y sobre el patrimonio mueble, principalmente de propiedad eclesiástica. Por otro lado, concurrieron otro tipo de actuaciones en relación al conocimiento y fomento del patrimonio a través de excavaciones, adquisiciones, intercambios y estudios científicos que enriquecieron el panorama patrimonial de Navarra. También fue importante la labor de acción cultural desarrollada en estos años desde la Biblioteca General de Navarra y desde el Archivo General de Navarra que aportaron un gran servicio sociocultural al público en general y al investigador en particular, a través de ciclos de conferencias, exposiciones de distintos artistas, de la concesión de becas, del desarrollo del estudio del Derecho, del apoyo y fomento de la música, etc. imbricándose en ello se encuentra la formación del Museo de Navarra y la importante difusión ejercida a través de la Revista Príncipe de Viana, las caras visibles al exterior de la propia Institución, de sus actividades e intereses y de la cultura navarra