Juego e interpretación. Una puesta-en-juego de la hermenéutica del juego de Gadamer, hasta sus límites con la implicación (Ortiz-Osés), la apariencia (Colli), la insignificancia (Rosset) y la conmoción

  1. CALDERON CERVANTES, JOSE LUIS
Dirigée par:
  1. Luis Garagalza Arrizabalaga Directeur/trice

Université de défendre: Universidad del País Vasco - Euskal Herriko Unibertsitatea

Fecha de defensa: 26 mars 2014

Jury:
  1. Nicanor Ursua Lezaun President
  2. Iñigo Galzacorta Muñoz Secrétaire
  3. Patxi Lanceros Méndez Rapporteur
  4. José María Aguirre Oraá Rapporteur
  5. Celso Sánchez Capdequí Rapporteur

Type: Thèses

Teseo: 116603 DIALNET

Résumé

Círculo (comienzo y fin de la filosofía desde la marca del juego), Vaivén (ida y vuelta entre el juego humano de Gadamer y el juego ideal de Deleuze), Intermitencia (intensidad del juego / insistencia de su puesta-en-juego) y Contacto (de los conceptos, y con lo real, desde el plano de inmanencia), modulan la historia embrollada de juego e interpretación como el sistema de signos del mundo de ahora, bajo el solo criterio inmanente de la vida o la sola puesta-en-juego de las cosas; una historia cuyos personajes conceptuales: Ortiz-Osés «el simbólico» y Colli «el profundo» (como habitantes simbólicos del pasado suficiente, para la matriz gadameriana), y Rosset «el simple» y Nancy «el sorpresivo» (como constructores singulares del futuro contingente, para el plano deleuziano), llevan el pensamiento-del-juego a la nueva imagen de lo que significa ser, por derecho (en la repetición por exceso de lo siempre por venir), condición de experiencia de lo real: recuerdo de un comienzo (inversión del platonismo), adivinación de un «después» que es un antes (eterno retorno), y experimentación (ahora) del simulacro. El signo envuelve lo que, como movimiento del pensar, es su sentido (problema: acuerdo discordante), o el reverso interpretativo de lo que implica como afuera absoluto del mundo, en el mundo: así, entonces, la puesta-en-juego del juego (el acontecimiento hermenéutico/posthermenéutico), y en el juego sin-jugador, o en los afectos (sensaciones/sentidos) de este mismo que, sensible al signo, deviene otro, pero en el pasaje del juego del mundo -mundo composible y convergente- al juego que diverge, y bajo la crisis que significa que donde empieza la conciencia, cesa el juego, y donde empieza el juego, cesa la puesta-en-juego: tanto, como que la puesta-en-juego es lo inmediato, lo inmediato es lo real, y el Juego es su signo / perspectiva.