Prostituciónconstrucción psicosocial de la coacción como consentimiento

  1. GUTIÉRREZ GARCÍA, ANDREA
Dirigida por:
  1. Carmen Delgado Álvarez Director/a

Universidad de defensa: Universidad Pontificia de Salamanca

Fecha de defensa: 28 de junio de 2017

Tribunal:
  1. María José Barahona Gomariz Presidente/a
  2. Beatriz Palacios Vicario Secretario/a
  3. Iván Sambade Vocal
  4. Esther Torrado Martín-Palomino Vocal
  5. Cristina Cabras Vocal

Tipo: Tesis

Teseo: 500835 DIALNET lock_openSUMMA editor

Resumen

Los pocos estudios sobre prostitución que han considerado las actitudes como foco principal de interés, se han centrado en las mujeres prostituidas o los prostituidores, pero no en la población general. Ésta es una cuestión importante, dado que esta práctica está incrustada en un contexto social más amplio y tiene repercusiones para toda la sociedad, en cuanto está en juego la consecución de la igualdad. Es importante conocer cuáles son las representaciones que en el imaginario social legitiman la prostitución para entender cuáles son las necesidades de sensibilización y cómo van a ser aceptadas las medidas legales y sociales implementadas, así como evaluar los efectos que estas estructuras pueden tener. El presente trabajo pretende constituir un acercamiento a la prostitución desde el ámbito de la Psicología Social; en concreto desde el análisis del discurso social que existe en torno al fenómeno, para llenar el vacío científico en esta área; de manera que constituya un primer eslabón hacia investigaciones y teorías que puedan orientar estudios futuros En el marco de la teoría de las representaciones sociales, la presente investigación pretende posibilitar el conocimiento e identificación de los elementos que configuran el imaginario social sobre prostitución presente en la población general, explorando la influencia en la imagen mental y en la concreción que adquieren los discursos, así como en la posición adoptada ante la prostitución, de: a) la variable sexo del hablante, en cuanto variable de identificación con prostituidor o con prostituida; b) algunas variables psicosociales: la edad como expresión de la diferente socialización según los valores generacionales, el origen rural o urbano como expresión de diferentes posibilidades de acceso e incidencia de los cambios culturales y sociales, o el país de procedencia como expresión de diferentes entornos sociopolíticos y normativos respecto a la prostitución. Asimismo, pretende explorar la valoración racional otorgada a la relevancia de los principales argumentos expresados en los discursos, a favor y en contra de la prostitución, y analizar su relación con la posición adoptada y diferentes variables sociodemográficas recogidas. El estudio respondió a un diseño de método mixto que contempló dos fases, que se han definido como fase I y fase II. La fase I respondió a un enfoque cualitativo (bajo la forma de un conjunto de grupos de discusión), el cual se desarrolló primero. La segunda, dentro de un enfoque cuantitativo, se nutrió de la información obtenida en la fase I. Esta información fue fundamental para el diseño y creación del cuestionario aplicado en la fase II, que pretendía valorar la congruencia racional del posicionamiento hacia la prostitución, y para el análisis de los resultados; ya que aportó información relevante para explicar muchas de las relaciones observadas en las respuestas a los cuestionarios. Los resultados obtenidos nos muestran que las representaciones sociales de la prostitución están impregnadas por pautas y mandatos culturales que hacen exaltación de la libertad de elección y la función social de la misma, e impiden reconocerla como un asunto de derechos de las mujeres, salvo cuando se alude a la trata de personas con fines de explotación sexual, ante la que se manifiesta un rechazo bastante consolidado. Una de las líneas de intervención futuras más importantes que se derivan de esta tesis doctoral tiene que ver con el fortalecimiento de políticas públicas orientadas a la concienciación y sensibilización acerca de la prostitución, utilizando un discurso realista y ajustado a las percepciones reales de la ciudadanía. Resulta necesario desechar la idea de que se trata de un mero intercambio sexual, y concebirlo como un asunto de orden social que afecta a los derechos de las mujeres, porque su existencia refuerza el patriarcado e impide alcanzar la igualdad de género. La prostitución es un tipo de violencia que está naturalizada en nuestra sociedad, por tanto resulta invisible y se percibe como legítima; y solo las que se ven como ilegítimas son contra las que se puede luchar.