La implementación de la biomasa autóctona en el sector residencial riojanoel caso de los pequeños núcleos rurales

Resum

La población riojana se halla repartida de forma desigual en su territorio, con la mitad de la población en la capital, Logroño. En el caso de los pueblos de la Sierra y de los diversos Valles, la mayoría de los mismos tienen una población de elevada edad media, escasa en número y con una mínima actividad económica, en general. Los habitantes permanentes por núcleo no llegan, en la mayoría de los casos, a los 100 en la Sierra y a 500 en los Valles. Están las excepciones de la época veraniega, cuando es fácil triplicar la población. Las instalaciones destinadas a calefacción y a la producción de agua caliente sanitaria se han alimentado de gasóleo, en la mayoría de los casos. En el caso del agua caliente, lo más habitual ha sido el empleo del gas butano, en bombonas. En una cierta época el empleo de la electricidad era normal en ambos casos. En esta ponencia se tratan varias iniciativas llevadas a cabo con objeto de que estos núcleos puedan mejorar integralmente con el empleo de la biomasa como combustible, potenciando sus recursos autóctonos de bosques y montes, en unos casos, y de choperas y actividad agrícola en otros. Se ha dado el caso de que partiendo de un sistema clásico individual con calor generado por biomasa se está llegando a sistemas más complejos, como el suelo radiante en su vertiente moderna de las “históricas glorias” que en muchas zonas de La Rioja se mantuvieron hasta hace cuarenta años.