Posibles soluciones a los embriones humanos “sobrantes”: ¿la adopción prenatal y la congelación indefinida?
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Universidad de La Rioja
info
ISSN: 0188-5022
Año de publicación: 2016
Volumen: 27
Número: 4
Páginas: 469-484
Tipo: Artículo
Otras publicaciones en: Medicina y Ética: Revista internacional de bioética, deontología y ética médica
Resumen
En este artículo se exponen las posibles soluciones que se dan para los embriones humanos “sobrantes”: las condiciones necesarias para su adopción y su congelación indefinida. Opino, por una parte, que la adopción de embriones “sobrantes” viables por parte de aquellas parejas que lo soliciten o adopción prenatal es una salida tolerable al problema, pero no generalizable. Tolerable para casos aislados, pero no generalizable, dado que es muy improbable que se originen adopciones generalizadas. Por todo ello, la adopción prenatal no es la solución completa y definitiva para este problema, porque esta solución conlleva otros problemas de índole ética. De hecho, el destino de la mayor parte de sus embriones que permanecen congelados, esto es, desatendidos de sus progenitores, quedan en manos de los centros de reproducción artificial para una investigación productora y consumidora de seres humanos como material biomédico comercializable. Por otra, la crioconservación o congelación indefinida de los embriones humanos “sobrantes”, sea cual fuere su destino, no es éticamente neutral. En efecto, la congelación de embriones es, en sí misma, éticamente contraria al respeto por la dignidad humana, porque supone detener o paralizar el proceso biológico natural al que tiene derecho todo ser humano vivo. La congelación también atenta contra la propia teleología de desarrollo inmanente que presenta autónomamente el embrión humano, una limitación al derecho a desarrollarse y buscar su propio fin. En definitiva, la adopción prenatal es una alternativa teórica y bastante utópica al problema de los embriones humanos congelados. El acto de congelación de un embrión humano es un acto intrínsecamente injusto porque supone la interrupción de un proceso de desarrollo vital de un individuo humano por tiempo indefinido, proceso al que tiene derecho todo ser humano vivo, y se le obliga a permanecer en unas condiciones impropias a las de cualquier ser humano.