El arte al servicio del esplendor de la liturgiael bordado y los ornamentos sagrados en navarra. Siglos XVI-XVIII

  1. ANDUEZA PEREZ, ALICIA ROSALIA
Dirigida por:
  1. Ricardo Fernández Gracia Director/a

Universidad de defensa: Universidad de Navarra

Fecha de defensa: 19 de noviembre de 2007

Tribunal:
  1. María Concepción García Gaínza Presidente/a
  2. Pilar Andueza Unanua Secretaria
  3. Isabel Mateo Gómez Vocal
  4. Jesús Rivas Carmona Vocal
  5. Pedro Luis Echeverría Goñi Vocal

Tipo: Tesis

Teseo: 299615 DIALNET

Resumen

El arte al servicio del esplendor de la liturgia: el bordado y los ornamentos sagrados en Navarra siglos XVI- XVIII Esta tesis doctoral estudia el arte del bordado y sus manifestaciones en Navarra durante los siglos de la Edad Moderna, prestando atención a la dimensión, evolución y características que tuvo esta actividad suntuaria en este marco geográfico. El oficio del bordado en Navarra se desarrolló ampliamente desde el siglo XVI, especialmente tras el Concilio de Trento, y durante la primera mitad del siglo XVIII. En este periodo, el taller de Pamplona fue el centro de la actividad y el foco en el cual coincidieron los más importantes bordadores. Después, desde mediados del XVIII, el oficio comenzó a mostrar signos de decadencia que se manifestaron más claramente a finales de la centuria y durante todo el siglo XVIII, periodo en el cual, ante la ausencia de artífices navarros, el aporte foráneo y la importación de obras de centros textiles destacados, como Zaragoza o Toledo, se convirtieron en los máximos protagonistas. Durante estas centurias, los más de ciento cuarenta bordadores, tanto locales como foráneos, que se han localizado en Navarra, se ocuparon principalmente de la confección de ornamentos sagrados. Éstos se estudian como elementos propios de la liturgia y como obras de arte que reflejan en su decoración, por medio de distintas técnicas y materiales nobles, las diversas formas y corrientes artísticas. Asimismo, se analiza el importante repertorio de ornamentos sagrados que conservan los templos navarros, en el cual sobresalen piezas de gran valor y calidad y destacan colecciones como la de la parroquia de Santa María de Viana o la de la catedral de Pamplona.