La compositora Carmen Ibáñez e Ibáñez (1895-1962)vida, pedagogía y obra musical

  1. Lopez Espin, Jesus
Dirigida por:
  1. Juan Miguel González Martínez Director/a

Universidad de defensa: Universidad de Murcia

Fecha de defensa: 05 de febrero de 2016

Tribunal:
  1. Beatriz Martínez del Fresno Presidente/a
  2. Pilar Ramos López Secretaria
  3. Gemma Pérez Zalduondo Vocal

Tipo: Tesis

Resumen

METODOLOGÍA La principal metodología empleada para elaborar esta tesis ha sido la consulta de diferentes archivos, bibliografía y aportar documentación desconocida, especialmente cartas personales, fotografías, grabaciones y partituras. También, se han empleado esquemas, tablas y pies de página como apoyo al texto. Por otro lado, se ha incluido un anexo final con los documentos inéditos y un catálogo con las partituras de la compositora. OBJETIVOS Se ha intentado dar respuesta al principal objetivo de esta tesis: saber cuál fue la contribución de Carmen Ibáñez en aspectos de género, musicológicos, pedagógicos, educativos, interpretativos y compositivos durante la primera mitad del siglo XX en España. CONCLUSIONES Carmen Ibáñez Ibáñez nació en Mula, Murcia, en 1895. Comenzó a estudiar piano en su localidad natal, y posteriormente amplió sus estudios en Murcia y Madrid, con algunos de los profesores más representativos de la música española de principios del siglo XX. A pesar de que ganó un premio de piano y consiguió tocar para el público, no pudo dedicarse a la interpretación de este instrumento por las dificultades existentes hacia su sexo y, al igual que la mayoría de las mujeres de su tiempo, optó por dedicarse a la docencia. Tras aprobar la oposición de profesora de música en la Escuela Normal de Albacete se afincó en esta ciudad y comenzó a escribir en la prensa sobre aspectos musicales. En esta institución experimentó con nuevas metodologías educativas, donde puso en práctica la herencia pedagógica de Pestalozzi y de la Escuela Nueva a través de los libros pedagógicos que consiguió editar y de su novedoso invento, el Rigo-Móvil, considerado como el objeto ideal para el aprendizaje intuitivo de la música en los niños y en aquellos con problemas de audición, siendo estos métodos novedosos en nuestro país. También fue de las primeras mujeres españolas en organizar y dirigir un orfeón compuesto por sus propios alumnos, que tenía una finalidad didáctica y servía para difundir conocidas piezas del repertorio culto y popular a la sociedad albaceteña. Por otro lado, Carmen Ibáñez contribuyó a que se crease el Conservatorio de Música de Albacete, y solicitó trabajar como profesora de piano en este lugar, pero esta plaza fue asignada a un varón con menos méritos musicales que ella. En cuanto a su dedicación hacia la composición, se ha demostrado que siguió las tendencias chopinianas, más otras nacionalistas y regionalistas, aprendidas de sus maestros, y las mezcló con sonoridades complejas propias del posromanticismo e, incluso, procedentes de la música flamenca. Este estilo musical lo aplicó en géneros populares españoles y en otros recién llegados a España, como el fox-trot. La mayoría de sus composiciones estuvieron firmadas bajo un pseudónimo, como hicieron muchas mujeres, para facilitar la difusión de sus obras. Acabada la Guerra Civil Española, las autoridades gubernamentales la eligieron como instructora y asesora musical de la Sección Femenina de Albacete. Este hecho le facilitó la recopilación de la música popular de esta provincia, con la intención de crear un cancionero musical para evitar el olvido de este folclore, que se usase como recurso educativo y que algunas de sus piezas se empleasen en los concursos nacionales de música organizados por esta institución, donde los coros dirigidos por Carmen Ibáñez ganaron en alguna de sus ediciones anuales. Su cancionero fue de los más representativos de España y cuando lo finalizó se la premió con un galardón estatal. La compositora falleció en 1962, y desde ese momento le rindieron continuos homenajes y se creó un premio nacional de piano con su nombre, especialmente porque se la consideró como la musicóloga y compositora más representativa de Albacete.