Crítica a los fundamentos de la representación política moderna

  1. Catalani Muguiro, Franco
Dirigida por:
  1. Xacobe Bastida Freixedo Director/a

Universidad de defensa: Universidad Carlos III de Madrid

Fecha de defensa: 28 de mayo de 2015

Tribunal:
  1. Rafael Escudero Alday Presidente/a
  2. Raúl Susín Betrán Secretario
  3. Roger Campione Vocal

Tipo: Tesis

Resumen

El centro del estudio está puesto en el derecho político más importante de todos cuantos constituyen el conjunto de tales facultades, el derecho a delegar la potestad de hacer leyes. A su vez, dentro de él, apunta a los argumentos por los cuales se sostiene que esa delegación constituye un ejercicio de autonomía política. Mediante el análisis crítico se intenta descubrir sus carencias y contradicciones y subsanarlas por vía de elaboración teórica. Esos argumentos se pueden sintetizar en torno a tres ejes: la selección de las mejores personas para el ejercicio del gobierno; el control del poder instituido; la imposibilidad de lograr una mejor forma de gobierno teniendo en cuenta los valores de libertad e igualdad y la dimensión y complejidad de las sociedades modernas. La representación política moderna ha pasado por, al menos, tres períodos históricos, donde ha predominado uno u otro de esos argumentos. El primero de ellos ha sido el más utilizado en la primera etapa de la modernidad, luego del triunfo de la burguesía liberal y el establecimiento del estado parlamentario en Europa Occidental, mientras que el segundo y el tercero predominan en las dos etapas subsiguientes que tienen que ver con la crisis del Estado Parlamentario entre mediados del siglo XIX y mediados del XX, y la generalización masiva de la democracia representativa a partir de entonces. Los problemas de fondo que estas líneas argumentales intentan solucionar son, en primer término, la legitimación del nuevo esquema de poder con el triunfo de la burguesía liberal europea del siglo XVIII; en segundo y tercer término, el cuestionamiento de esa legitimidad por la clase obrera y la posterior asimilación de ésta en el dispositivo representativo del otorgamiento del título sin el ejercicio efectivo del derecho de autogobierno . Finalmente, cuando estas estrategias son nuevamente cuestionadas, se opta por naturalizar el callejón sin salida de que nada mejor es posible. Todos estos argumentos son rebatidos: 1- en una sociedad igualitaria para el gobierno no tiene justificación la elección de los mejores, además de no tener el menor sentido que los mejores sean elegidos por quienes no lo son; 2- no existe tal control de poder por medio de elecciones regulares y libres, esta posición confunde el hecho institutivo de funcionarios con el de su destitución; 3- lo natural y lo social no se identifican: no es posible saber a priori, que es y qué no es imposible.