La imagen de La Mancha en las ilustraciones de El Quijote. Daniel Urrabieta Vierge y el cambio de siglo

  1. Jiménez Jiménez, Jorge Francisco
Dirigida por:
  1. María Esther Almarcha Núñez-Herrador Director/a

Universidad de defensa: Universidad de Castilla-La Mancha

Fecha de defensa: 19 de octubre de 2015

Tribunal:
  1. Begoña Arrúe Ugarte Presidenta
  2. María Elena Sainz Magaña Secretario/a
  3. Ascensión Hernández Martínez Vocal

Tipo: Tesis

Resumen

El artista Daniel Urrabieta Vierge (1851-1904) fue un ilustrador de origen madrileño que triunfó en el último tercio del siglo XIX en París gracias a su labor para la prensa y las obras de escritores como Víctor Hugo. En la última parte de su vida aparece un sorprendente interés por el paisaje, el cual llega a convertirse en protagonista de gran parte de su producción. En medio de este interés aparece de forma sorpresiva una interesante presencia del paisaje de La Mancha que supone una vívida y real representación de un entorno que hasta entonces parecía haber sido poco representado en el arte. Sólo Carlos de Haes y Gustave Doré parecían haber precedido al artista en un acercamiento a un paisaje con el que todos ellos tenían en común una relación inexistente. La Mancha ha sido históricamente un territorio denostado cuyas características morfológicas no coincidieron con los gustos imperantes. Esto ocasionó una falta total de identificación con su paisaje por parte de intelectuales, viajeros o artistas, algo que llevó a la idea generalizada de ser un espacio poco representado. Sin embargo diferentes indicios hicieron plantearnos la posibilidad de que lejos de ello el paisaje de La Mancha quizá podía contar con una larga tradición iconográfica gracias a su vinculación con elementos culturales como El Quijote. En esta investigación se analiza cómo desde la aparición de la novela el ámbito literario se ha sobrepuesto al geográfico hasta el punto de hacerlas dos realidades inseparables. Desde la publicación de la obra La Mancha contó con un elemento positivo desde el que se interpretó su espacio y sus gentes dando lugar a interesantes procesos conceptuales como el de la permanencia o la quijotización. En este proceso se fueron identificando diversos pasajes con espacios geográficos concretos, por lo que los artistas que ilustraron la obra debieron recrear de algún modo La Mancha, máxime cuando la mayor parte de la historia transcurre a campo abierto. Esta necesidad de realizar una ambientación compleja de La Mancha nos lleva a contar con una importante cantidad de imágenes de este territorio que hace que dispongamos de una larga tradición iconográfica. Desde los primeros programas iconográficos centroeuropeos, donde La Mancha se deslocaliza hasta la aparición de las representaciones cada vez más realistas según se acerca la segunda mitad del XIX y el cambio de siglo, podemos tejer una interesante relación entre las sucesivas propuestas a través de complejos procesos de emisión-recepción de las imágenes por parte de las diferentes sociedades. Es en ese cambio de siglo, en el que las corrientes estéticas en torno al paisaje y el cervantismo viven importantes cambios, cuando Daniel Vierge realiza su propuesta en torno a este paisaje. Interesado como sus predecesores por el escenario de El Quijote realiza un viaje por La Mancha (1893) del que nacieron una hermosa colección de bocetos y acuarelas, las ilustraciones de un libro de viaje escrito por Jaccaci y las ilustraciones para la novela de Cervantes. A través de este conjunto nos muestra una tierra renovada, hermosa, existencialista y plena donde la vida puede tener lugar; rompe con la visión peyorativa de sus predecesores, sobre todo con Doré, y apuesta por un lugar que parece estallar en su retina bajo una luz intensa. Gracias a su incorporación por parte de la crítica a la historiografía española se suma a la tradición pictórica la imagen del paisaje de La Mancha, completamente renovada e identificada con los supuestos de la Institución Libre de Enseñanza, los regeneracionismos, la generación del 98 y el concepto de Castilla.