Memorias higienistas de La Riojauna visión de la cultura social y sanitaria en el siglo XIX
- Bonachía Caballero, Felisa
- José Luis Gómez Urdáñez Director
- Isabel Martínez Navas Directora
Universidad de defensa: Universidad de La Rioja
Fecha de defensa: 06 de mayo de 2015
- Armando Alberola-Romá Presidente/a
- Raúl Susín Betrán Secretario
- Julián Montemayor Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
Durante el siglo XIX se produce la cientifización de la salud pública y los inicios de su estructura de organización, que irá desarrollándose durante el siglo XX. La técnica y la medicina se hallan fuertemente condicionadas por las tendencias culturales, políticas y socioeconómicas de su tiempo. Las memorias higienistas estudiadas son los precedentes necesarios de los actuales estudios de salud comunitaria o diagnósticos de salud de la comunidad. La descripción de los modos de vida de la población, como se recoge en las topografías médicas riojanas, constituye un manual antropológico para conocer experiencias de la situación social y sanitaria de la época en que se inscriben. Las conclusiones de estos trabajos locales eran destinadas a los ayuntamientos, donde se acometía lo que se podía, y la principal en todas ellas es la necesidad de saneamiento de las poblaciones. El interés sanitario abarca el abastecimiento de agua, la salubridad de calles y edificios públicos como los mercados, templos, centros de recreo y tabernas, cementerios, centros asistenciales y centros de reclusión, principalmente. La disponibilidad de los avances técnicos como la vacuna de la viruela supuso un importante apoyo en los casos de epidemia, no así su accesibilidad, que dependía de la oficialidad y de la sempiterna y espesa burocracia. El pensamiento higienista queda reflejado en las obras de todos los autores médicos riojanos que estudiamos, tanto por la prevalencia de los postulados teóricos de los precursores y/o protagonistas europeos y españoles en ese momento, como por la necesidad de trasladar y adaptar las tesis científicas al entorno del que son responsables. Las enfermedades más frecuentes que se observan son las reumáticas y las respiratorias en invierno y en el estío las afecciones gástricas, siempre relacionadas con el climatismo y de acuerdo a las claves higienistas detectadas e inspiradas en el hipocratismo: el agua, el aire y los lugares. Bajo los auspicios de la higiene, los poderes públicos ejercían una intención moralizante sobre las costumbres de la población. Estos estudios higienistas sirvieron para establecer las bases y orientación de una modificación de las costumbres de la vida cotidiana que se llevaría a cabo a medio y largo plazo. No encontramos elementos que diferencien de manera objetiva las estructuras sociales entre el campo y la ciudad. Tanto en la capital como en algunos de los pueblos, como Calahorra y Cervera, existía un cierto tejido industrial y mayoritariamente agrícola que aglutinaba la conciencia obrera por medio del asociacionismo. A través de los estudios analizados podemos afirmar que la dialéctica rural urbana en La Rioja es fluida institucionalmente, no siempre eficiente pero sí presente. De la atención a grupos de población vulnerable desde el punto de vista social y sanitario se encargan las instituciones riojanas con la normativa disponible, en la higiene de la prostitución, la vacunación y revacunación de viruela, la atención de los pobres en los balnearios y en las instituciones asistenciales como el hospital provincial, asilo y beneficencia. Los estudios analizados, más numerosos los de La Rioja Baja, ofrecen una pauta de cómo era la situación higiénica, una visión ofrecida por los médicos locales de sus respectivos municipios que corrobora la implicación de La Rioja en el incipiente desarrollo de las ciencias y de la higiene, al igual que sucedía en el resto de España. Varios autores de las memorias abogan por la topografía provincial de Logroño y por la geografía médica ibérica, apostando por la unidad de criterio en el estudio higiénico de España y su territorio. Los médicos higienistas riojanos se hicieron eco de las mentalidades médicas del siglo XIX y su participación en el ámbito científico fue proporcionada y nunca silenciada. Con sus estudios han contribuido al desarrollo de la salud pública riojana y con sus conclusiones, experiencia y dedicación, al progreso general de la región.