Aportaciones sobre la presencia orgánica de mercurio en población pediátrica autista

  1. López Martinez, Carolina
Zuzendaria:
  1. Ángela García González Zuzendaria

Defentsa unibertsitatea: Universidad CEU San Pablo

Fecha de defensa: 2017(e)ko uztaila-(a)k 20

Epaimahaia:
  1. Gregorio Varela Moreiras Presidentea
  2. María Luisa Poch Olivé Idazkaria
  3. Mª Yolanda Ruiz del Prado Kidea

Mota: Tesia

Teseo: 524785 DIALNET

Laburpena

La exposición a sustancias químicas neurotóxicas durante los periodos críticos de la organogénesis e histogénesis del cerebro puede interferir en que el niño sufra una alteración de la función cerebral de por vida o que aparezca en su etapa adulta. La exposición a tóxicos ambientales entre los que destaca el mercurio provoca alteración de los procesos del neurodesarrollo y desórdenes, con consecuencias y cambios profundos y permanentes, e incapacidades perdurables de por vida con gran costo familiar, social y económico. Entre otras muchas consecuencias, la intoxicación por mercurio ha sido relacionada con el desarrollo de autismo en los niños. Los trastornos del aprendizaje, conducta y del desarrollo en los niños son claramente el resultado de complejas interacciones entre factores ambientales (físicos, químicos, biológicos, psicológicos y sociales) y genéticos durante los períodos vulnerables del desarrollo. Recientes estudios que han analizado la prevalencia de autismo desde mediados de los años 1980 hasta nuestros días, estiman que los trastornos del espectro autista han aumentado de 1 cada 2.500 niños a mediados de la década de 1980 a 1 de cada 150 en la actualidad (Fortea 2013). Estableciéndose una ratio por sexo de 4:1, siendo mayor la afectación en la población masculina, tal y como revelan algunos estudios (Koganetal.,2009; Yeargin-Allsoppetal.,2003). Recientemente se han descrito un incremento de los casos de autismo en Estados Unidos y Europa. Evidencias de este incremento y plausibilidad biológica sugieren una asociación entre los trastornos del espectro autista y la exposición al medio ambiente y en particular a la exposición a tóxicos.Los objetivos principales del presente trabajo de investigación han sido determinar la presencia de mercurio en la sangre de población pediátrica autista y evaluar si los niveles observados de mercurio, en esta población, están ligados a sus hábitos en la alimentación. Hemos podido determinar una asociación directa entre el consumo de pescado y unas concentraciones en sangre más elevadas de mercurio en los niños objeto de estudio, con niveles mínimos de 5.6±1.4 µg/L para aquellos niños que no comían pescado de forma habitual y máximos de 10.5±1.8 µg/L, en aquellos niños que consumían pescado más de 4 veces a la semana, aunque en todos los grupos, los niveles encontrados no superaban los admitidos internacionalmente como niveles tóxicos (<10µg/L) (Prada 2012.; Yaginuma-Sakurai et al., 2012). La concentración media de los niveles de mercurio en sangre fue de 9.80±0.53µg/L para los niños y de 9.85±1.71 µg/L en el caso de las niñas, sin que existan diferencias estadísticamente significativas en función de la edad o el sexo. Además se ha observado la existencia de una dieta monótona y repetitiva en la población estudiada que provoca déficit en nutrientes, como son los de Vitamina A, Vitamina D y Zinc. Por último, hemos comprobado una asociación directa entre unos niveles más elevados de mercurio en sangre y alteraciones digestivas en todos los grupos de edad. Por lo que creemos que los problemas gastrointestinales en esta población, pudieran provocar una mayor permeabilidad intestinal y una mayor absorción de mercurio.