Densidad de plantación y riegoaspectos ecofisiológicos, agronómicos y calidad de la uva en cv. Tempranillo (Vitis vinifera L.)

  1. Pérez Bartolomé, María Anunciación
Dirigida por:
  1. Jesús Yuste Bombín Director/a

Universidad de defensa: Universidad Politécnica de Madrid

Año de defensa: 2002

Tribunal:
  1. José Ramón Lisarrague Presidente/a
  2. José Ramón Conde García Secretario/a
  3. Francisco José Montero Riquelme Vocal
  4. Javier Tardáguila Laso Vocal
  5. Vicente D. Gómez Miguel Vocal

Tipo: Tesis

Resumen

La Tesis Doctoral tiene como objetivo prioritario determinar la respuesta fisiológica y productiva de la variedad Tempranillo a la variación de la densidad de plantación en función del régimen hídrico. El ensayo se ha realizado en la finca Zamadueñas, pertenecientes al S.I.T.A., en Valladolid, durante los años 1998, 1999 y 2000, con vides del cv. Tempranillo sobre Richter 110, plantadas en 1993. Las capas fueron conducidas en espaldera en cordón Royat bilateral, con orientación de las filas Norte-Sur (+25º hacia NorEste-SurOeste), y podadas en pulgares a dos yemas, manteniendo el mismo número de yemas por hectárea en todos los tratamientos 39.600. Se estudian dos densidades de plantación: baja densidad, con 2,7 x 1,4 m (2.645 cepas/ha), y alta densidad, con 2,2x 1,15 m (3.953 cepas/ha). El régimen hídrico se estudió mediante el cultivo de cepas en secano frente a otro en regadío por goteo, aplicando el 40% de la ET0, desde junio a septiembre. El aumento del número de cepas por fila y de filas de plantas por hectárea se ha traducido en una mayor superficie foliar y en una mayor absorción de radiación (PAR), no ha sido determinante en el contenido de agua en el suelo, ni tampoco en el consumo de agua por la planta. En alta densidad se ha obtenido una mayor producción de materia seca total, a pesar de que la tasa fotosíntesis neta a nivel de hoja individual ha sido mayor en la baja densidad. La producción de uva por metro cuadrado de suelo ha sido legeramente superior en la baja densidad. La calidad del mosto apenas se ha visto afectada salvo en la acidez, más elevada, y un pH ligeramente menor en baja densidad. El riego ha originado incrementos de la superficie foliar total y de la externa, favoreciendo así la absorción de radiación (PAR). En regadío se ha registrado un mayor consumo de agua, potenciales hídricos más altos y mayores tasas de fotosíntesis, que se ha reflejado en una productividad de materia seca más elevada. El estrés hídrico padecido por las plantas en secano ha provoado la disminución clara del rendimiento en uva. En general, los parámetros de calidad del mosto no se han visto afectados por el riego, ahora bien, la mayor acidez y el menor pH se han presentado en las cepas regadas, en consonancia con una mayor producción de uva.